Foto: Xaquín Silva.
Explorar, interpretar, crear un personaje, escribir los textos, buscar el atrezzo y el decorado, trabajar en grupo, controlar y moldear el cuerpo y la voz, utilizar la respiración, resituar la autoestima, ensayar y ensayar…  Son sólo algunos de los ingredientes de este Laboratorio de teatro, que se realiza, todos los martes, en la asociación cultural O Alfaite, de A Coruña. La experiencia se desarrolla de la mano de la actriz y directora Carmen Cotelo, que explica alguna de las claves de este proyecto experimental; que está revolucionando los métodos más ortodoxos de éxito y de aprendizaje teatral en la ciudad.
¿Qué es lo que te inspira para crear este Laboratorio de teatro Alfaiate?
La manera como a mí me enseñaron el teatro me pareció pasiva y tardas mucho tiempo en explorar todo lo que es ese mundo, que es complejo.
Por un lado está la interpretación,  la elaboración e interpretación del texto, cómo se hace un montaje,  la producción,la iluminación... Creo que un laboratorio era la mejor manera de investigar, aprender y crear. En este formato el profesor pasa a ser un provocador, actúa, interpreta, acompaña, seduce.
Al mismo tiempo permite interaccionar con otras artes, como la música, la pintura o la danza. Juntas crean un clima que conforma un conglomerado interesante, plástico, sugerente y creativo.
¿Qué balance haces de esta experiencia? 
Me siento agradecida y sorprendida. La iniciativa surge en O Alfaiate, aunque hacía tiempo que le llevaba dando vueltas, tengo más alumnos de los que esperaba y el trabajo e implicación que demuestran es muy gratificante.Es un proceso muy bonito de creación colectiva. En este momento están escribiendo los textos a partir de las obras pictóricas de Edward Hopper, realista americano.Se está convirtiendo en un montaje de corte expresionista.
¿Por qué escogiste a Hopper?
Bueno, mi debilidad por Hopper viene de hace años, más de diez. Cuando lo descubrí me pareció que era muy escénico. En ese momento pensé que a través de él, podríamos elaborar historias muy interesantes.
¿Y está siendo así?
Sí; la verdad es que hay un poco de todo. Exploramos varios códigos teatrales, el humor, la parodia, el clown y también el teatro más realista. Además, descubrimos problemáticas individuales, cosas que tienen que ver con el mundo que nos rodea: el alzheimer, gente al borde del desastre, personas en crisis… Las pinturas de Hopper reflejan un poco de todo esto.
¿Váis a representar la obra en los teatros y Centros culturales de A Coruña?
Bueno, esperemos que sí, y que guste, va a ser un montaje complejo, porque todo arranca de un cuadro, y a partir de ahí ocurre la historia.
¿También  componéis vosotros el sonido? 
 Sí, la música está avanzada, se va componiendo a la vez que se improvisa por Julio Cuns.
Y ahora os dejo, que voy a empezar la clase…